Me imagino yo conociendo a un chico inglés, ni siquiera estaría prestándole atención a lo que me dice.
Me limitaría a escuchar su voz, y ese acento, ah, es tan lindo.
El pibe puede estar diciendo boludeces y yo embobada con cara de boluda, babeando a dos manos.
Cuando algo te puede, te puede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario