No nacimos para ser flacas, lindas, con piernas largas y delgadas, de piel bronceada, de ojos verdes, de pelo largo, lacio y brillante. De nariz chiquita y perfecta. De 90.60.90. No nacimos para complacer a nadie. No nacimos para seguir las "normas" de la sociedad. No nacimos para tener lindas manos, lindas uñas, dientes perfectos y blancos. No nacimos para tener labios gruesos y carnosos, para tener las orejas perfectas, el ombligo liso ni para tener un busto ni un culo grande. No nacimos para que nuestra risa fuera un sonido delicado. No nacimos para ser los mejores de la clase, ni para ser el peor, ni para ser el más tranquilo, el más extrovertido o el más reservado. No nacimos para ser la "mitad" de otra persona porque ya nacemos completos. No nacimos para buscar por la vida si no por encontrar personas sinceras, personas con corazón. No nacimos para guiarnos por lo que los demás dicen de nosotros, sin conocernos, o conociéndonos, no importa. No nacimos para escuchar, pero sí para entender. No nacimos para estar solos, pero si para reservarnos ciertas cosas para nosotros mismos. No nacimos para amar a alguien si primero no nos amamos a nosotros mismos. No nacimos para creer ni convertir en realidad lo que los demás creen sobre nosotros. No nacimos para esto y para mucho más. Simplemente, nacimos para ser personas reales. Para ser personas, pero de corazón.
No de físico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario